El fútbol, no me lo toquen

Acabo de escuchar una noticia que me ha llamado la atención por todo lo que no dice, por todo lo que esconde.  Resulta que los futbolistas, esos chicos que pegan patadas a una pelota con mucha gracia y entusiasmo, no pagan ellos sus impuestos a Hacienda. No todos, ya lo sé, pero al menos los más conocidos, los de la primera división, cobran unos salarios de escándalo limpios de impuestos y son los clubes de fútbol los que se encargan de pagarlos. Hasta aquí muchos pensarán, "pues muy bien, ellos negocian unos sueldos y encuentran a alguien que acepta sus condiciones, ¿qué hay de malo". Pues que, a parte de que estemos enriqueciendo y endiosando a seres absolutamente improductivos e inútiles, los clubes de fútbol al final no acaban de pagar esos impuestos y entre todos se calcula que tienen una deuda de más de mil millones de euros. ¡Mil millones de euros! ¿Es que eso no es un escándalo? En Catalunya este verano pasado ha habido una auténtica caza de brujas para ver quién estaba en casa para cobrar el PYRMI -una ayuda familiar de cuatrocientos euros para los que están al borde de la indigencia- porque al gobierno de CiU le parecía que era indecente el descontrol y los abusos que se producían. Pues, me pregunto, ¿no clamará al cielo con más razón que los clubes de fútbol no paguen unos impuestos que son de todos? ¿No clama al cielo que esos tipos tan guapos, tan buenos jugadores y tan ricos, engorden aún más sus cuentas corrientes a costa del erario público?

Pero, insisto, lo peor es lo que esconde la noticia. Porque parece ser que este dato de la deuda de mil millones de euros es conocido por todos, por lo menos por todos los periodistas, pero nadie hace de esto noticia. Me pregunto, ¿cuántos españoles son capaces de mirar hacia otro lado cuando saben que su club de fútbol tiene una deuda millonaria con Hacienda? ¿Esos mismos españoles estarán dispuestos a rebajar el sueldo de sus médicos, profesores, jueces o policías? ¿Preferirán que Ronaldo o Messi continúen cobrando unos sueldos de vergüenza a cambio de perder servicios públicos esenciales? Mucho me temo que sí. Y si todo el mundo lo sabe y nadie hace de esto un escándalo, es que necesitamos una lobotomía de urgencia.

Post Escriptum: ¿Se han fijado en que aún no he escrito nada sobre el señor Urdangarín? Demasiado fácil para una republicana.

2 comentarios:

Perséfone dijo...

Amí personalmente me llamó muchísimo la atención ver hace tan solo unos días una macromanifestación en la que los seguidores indignados del Zaragoza se quejaban sobre la penosa situación del club.

Me gustaría saber cuantos los allí presentes están en el paro. Y, más interesante aún, cuantos han salido a la calle a protestar por las elevadas cifras del paro o por los retrocesos laborales que hemos visto -y seguiremos viendo-en los últimos tiempos.

Querida, creo que hoy el fútbol ha desbancado a la religión para convertirse en el nuevo opio del pueblo.

Un saludo.

Helena Madox dijo...

Perfectamente de acuerdo. Pero aún peor, ¿te has preguntado cuántos políticos estarían dispuestos a arriesgar sus votos para poner en orden de una vez esa tomadura de pelo? Gracias y me alegra mucho ver que estamos de acuerdo.