¿La educación a examen?

Amanecer en los Picos de Europa
Primera confesión: no soy una experta y lo que sé puede ponerse en cuestión. Pero una vez admitido esto, también debo confesar que me preocupa y mucho. La educación es uno de los pilares del estado democrático. No lo digo yo, es de perogrullo: la libertad de los ciudadanos, el respeto y la lealtad democrática y la justicia social deben construirse desde la educación -o desde la manipulación por otros medios, aunque no tan lícitos-. Ahora el PP se ha planteado una nueva reforma del sistema educativo y esa declaración ha impulsado a sabios e ignorantes a discutir sobre la cuestión. Como decía mi padre: "lo peor no es ser idiota, lo peor es no saber que eres idiota". Vaya por delante pues mi declaración de ignorancia.

Desde que el PSOE se plateara la primera gran reforma educativa, allá por el inicio de los años noventa, el sistema educativo ha sufrido diversos cambios, tanto a nivel estatal como por parte de las diferentes autonomías. Algunos de esos cambios han sido más folclóricos que efectivos y han tenido un claro sesgo ideológico -¿se acuerdan del inglés y la materia Educación para la Ciudadanía en Valencia? Era para echarse a llorar; de frenopático, vamos-. Y podemos seguir discutiendo eternamente si los chicos tienen que hacer más horas de una materia u otra, que si diferentes itinerarios, que si más formación profesional, que si más esfuerzo, que si más autoridad,... Hemos oído que si el informe PISA nos deja mejor o peor respecto de otros países del mundo. En los últimos meses he leído a varios articulistas afirmar que hay que plantearse los objetivos, intereses o principios a partir de los cuales diseñar un sistema educativo efectivo. De acuerdo, todo lo que ustedes quieran, pero el problema siempre es uno y el mismo: LA FALTA DE FINANCIACIÓN ADECUADA PARA TENER UNA EDUCACIÓN DE LA QUE NOS PODAMOS SENTIR ORGULLOSOS. Ni más ni menos.

"Haremos grupos de refuerzo para los chicos con más dificultades". ¿Cómo? Al PSOE se le olvidó pensar cómo, y fue incapaz de incrementar suficientemente las plantillas para cumplir ese objetivo -y al PP o a CiU y al PNV en las comunidades en las que han gobernado-.

Otra. "Hay que educar desde la heterogeneidad". Según me explica mi amigo, el profesor de filosofía, eso significa hoy tener grupos de un mínimo de treinta alumnos, algunos con gran capacidad, algunos también con cierto interés, otros sin interés alguno, algunos sin capacidad, unos cuantos que no entienden ningún idioma del estado, otros con déficits sociales i/o psicológicos importantes, incluso alguno diagnosticado por los servicios psiquiátricos... y todos escuchando "atentamente" una clase de historia o matemáticas o literatura o... ¿alguien se lo cree? ¿Dónde están los profesionales de apoyo? ¿Dónde están los profesores para desdoblar grupos? ¿Dónde están los psicólogos y terapeutas? ¿Dónde están los espacios para poder trabajar en pequeños grupos? ¿Y los laboratorios o aulas de idiomas?

"Reformaremos el bachillerato para reforzar la preparación de nuestros universitarios", dice el PP. ¿A costa de qué? ¿De olvidarnos de los que nunca pisarán la universidad? ¿De tener curritos ignorantes que igual servirán como peones o como delincuentes a sueldo? ¿Habrá una FP que ofrezca alguna oportunidad a los menos capacitados?

La última. ¿Algún dirigente de alguna comunidad autónoma o del Ministerio se atrevería a decir que la financiación de la educación pública se ha recortado menos que la financiación de la enseñanza privada? Incluso algunas comunidades ni siquiera han recortado la financiación a la enseñanza privada. Y si hay alguno capaz de decir lo contrario, que lo diga y lo demuestre.

No me vengan con milongas ni discusiones absurdas, no me vengan con discusiones sobre objetivos y principios, si antes no están dispuestos a asumir las consecuencias de sus conclusiones o de las peroratas de miting. No me digan si una materia es más importante que otra o si son necesarias más horas de una lengua u otra o si la autoridad del profesor debe interpretarse de otra manera. Si creen de verdad en la enseñanza y los valores fundamentales que la deben sostener, pongan todos los recursos adecuados para que funcione y después ya veremos dónde debemos afinar. 

4 comentarios:

Perséfone dijo...

Las preguntas que planteas son, más que interesantes, totalmente necesarias. Sin embargo, me da la impresión de que, por desgracia, la respuesta es siempre la misma: no les interesa.

Supongo que la idea de tener una sociedad ignorante -que no analfabeta- a la que manipular más fácilmente debe resultar muy atractiva. Pero claro, es más difícil admitirlo que decir que el sistema no puede sustentar todos esos medios de los que debería disponer la educación pública.

Un saludo.

Loli dijo...

Otro post excelente! Quiero creer que nadie dude de la importancia de la enseñanza (no es casualidad que los hijos de los políticos, empresarios, se vayan a las mejores universidades del mundo, por ejemplo)lo que no queda claro es si creen que sea el Estado quién debe financiar y asegurar una enseñanza gratuita y de calidad ... lo mismo para una sanidad, viviendas. Espero sinceramente (pese a las actuales mayorías absolutas) que sepamos defender no sólo la enseñanza pública como el deber del Estado en garantizar las mismas oportunidades a todos los ciudadanos.

Helena Madox dijo...

Gracias por vuestros comentarios y por vuestra lealtad. Cuando alzamos la voz, es muy reconfortante no poder escuchar el eco y sí las respuestas en voces amigas.

Marcus Antonius dijo...

Estoy de acuerdo en parte. Si no me equivoco estamos por encima de la media europea en cuanto a financiación en educación, luego no creo que ese sea el principal problema. En mi opinión falla la metodología de los profesores, mis hijos siguen utilizando el sistema memorístico que yo empleaba cuando el resto de países ni lo conemplan. Desarrollo esto un poco más en un post:

http://elpulpitoapocrifo.blogspot.com/2011/12/educar-los-educadores.html